Somos los herederos de la Generación T, los Triunfadores.
Tenemos entre 30-45 años. Se intentó catalogar nuestra generación de
muchas maneras, desde la generación X hasta la generación JASP (Joven
aunque sobradamente preparado... se acuerdan?) y aunque estábamos
destinados a comernos un mundo lleno de infinitas posibilidades gracias a
la coyuntura histórica y nuestra gran formación, caímos en las garras de la apatía por sobresaturación de expectativas rotas.
Sin embargo la historia nos catalogará de manera muy diferente:
En España seremos la Generación de la Burbuja Inmobiliaria. Ha
condicionado nuestras vidas durante 10 años, y la resaca provocada
seguirá condicionándola por una cantidad indeterminada de años que con
suerte (y el permiso del petroleo) se limitarán a otros 10 o 15.
Nuestra generación se divide básicamente en dos grandes grupos:
- los inmomutilados, que decidieron comprar una vivienda a un precio muy superior a su valor, seducidos por políticos y medios de comunicación, empujados por unos padres de escasa conocimientos financieros y que no entendían lo que estaba ocurriendo, y financiados por el fácil acceso al crédito de un sistema bancario que llegó a creerse sus propias mentiras.
- los inmoindultados, aquellos que por suerte o por decisión propia,
se libraron de la cadena y la bola que supone una hipoteca por treinta
cinco o cuarenta años. O peor aún, enfrentarse a una situación de
insolvencia que derive en la pérdida del pisito pero el mantenimiento de
gran parte de las deudas. Han tenido sin embargo que soportar la usura
de unos alquileres desmedidos derivados de la codicia de sus mayores más la mierda de políticas
puestas por unos gobiernos descaradamente interesados en fomentar la
compra frente al alquiler.
Existe un tercer grupo minoritario y poco representativo. Son
los que adquirieron sus viviendas antes del 2000, cuando eran muy
jóvenes y gracias a la ayuda de sus padres (en no pocos casos fueron de
hecho los progenitores los que adquirieron las
hipotecas que después traspasaron a sus hijos). Son pseudo-triunfadores
del pisito, adquirieron la casa a un precio todavía razonable y tienen
ya su casa pagada o a punto de terminar de pagarla, o podrían hacerlo
pero prefieren beneficiarse de las exenciones fiscales derivadas de la
tenencia de una hipoteca.
Sin embargo no hay ganadores en nuestra generación. Ni siquiera
los pseudo-triunfadores. Aunque no cabe duda que son éstos últimos los
que mejor se encuentran ante la Depresión actual Española, y la Crisis
Sistémica Internacional.