Hace algún tiempo, Sergio nos vino con una idea que decía que le rondaba la cabeza desde hace tiempo.
"Voy a crear un blog para estas cosas que hablamos y así dejo el mío para lo que era inicialmente. Además así puedo incluir de vez en cuando colaboradores. Me encantaría que os animáseis a escribir algo alguna vez"
Estas semanas, durante las que he estado finalizando mi primera colaboración, me ha dado por mirar cuándo fue eso. Hace casi un año.
Reflexionando sobre el porqué, y dejando de lado mi habitual pereza para sentarme a hacer estas cosas, me he dado cuenta de que tanto Sergio como Aeroroldy estaban bastante más al día y más documentados acerca de los temas de los que hablamos continuamente. Mi actitud era más de leer cosas sueltas pero carecía de la disciplina para contrastar mis fuentes, leer en diversos foros y periódicos para hacerme con una imagen contrastada y no tan sesgada de las noticias.
Sin embargo, durante este año, mi mal disimulada pasión por la tecnología se ha mezclado de una forma totalmente inesperada con este declive social que viene produciéndose de forma acelerada gracias a la mal llamada crisis económica (mal llamada porque como alguien dijo, una crisis es algo que dura un período breve de tiempo, no varios años).
Os hayáis dado cuenta o no, durante el 2011 el mundo ha visto varios movimientos sociales cuyos protagonistas han sido la tecnología y las redes sociales.
Sin embargo, con este "descubrimiento" también ha venido de la mano una mayor consciencia por parte de aquéllos que controlan el poder del alcance de estas tecnologías y el poder que ponen en manos del pueblo.
Y por supuesto, una reacción por su parte.
Así hemos presenciado -por poner un ejemplo obvio- la primavera árabe, durante la cual varios países se han hecho eco de las redes sociales y las han usado para coordinar rebeliones contra sus gobiernos. Y dichos gobiernos han empezado a cohartar esas libertades para volver a retomar el control. Pero no son solo ellos, y sobre todo de eso voy a escribir.
Además de este tema, reconozco que desde siempre me ha preocupado bastante el tema de la seguridad. Lo cierto es soy de la opinión que alguien que quiera apoderarse de algo tuyo, tiene mas herramientas y más oportunidades de hacerse con información valiosa online, que si va a tu casa y entra por la fuerza. Cuentas bancarias, la dirección de tu casa y de otros inmuebles, mensajes diciendo cuándo y dónde estás, lugares y temporadas donde vas a estar de vacaciones, nombres de familiares, amigos, enemigos, mensajes con tus pensamientos, con tus alegrías y tus penas, con tus secretos...
Y todo eso, está al alcance de cualquiera que sepa buscarlo. No sólo debemos preocuparnos por los hackers, sino que hay legislación y dinero que se esta invirtiendo en controlar cada aspecto de nuestra vida de la que dejamos rastro en nuestra presencia online (no exagero, incluso en estos días donde se habla de reducir presupuestos, se invierte mucho en este tipo de control).
A día de hoy, estamos asistiendo a un proceso donde la privacidad no solo de nuestros datos, sino de nuestra vida privada, se está viendo mermada tanto por aquéllos que buscan aprovecharse de ello para beneficio personal, como por aquéllos que ven en todos esos datos una oportunidad de mayor control sobre nuestras vidas.
Os traeré noticias -si logro sobreponerme a mi propio estado de contínua procrastrinación- sobre cómo se usan esos datos, cómo podéis mitigar el impacto que ese afán de socializar a través de la red nos trae, y de cómo se emprenden esos ataques sobre vuestra vida online.
En vuestras manos dejaré las acciones y las herramientas para tratar de disminuir el impacto de esta corriente. Yo mismo soy más laxo de lo que debería, a la luz de algunas cosas que leo.
Tus datos son tuyos; y de nadie mas
Bueno, o eso nos gustaría
pensar a todos. Si bien es cierto que posiblemente lleves razón en
de quien son los datos (suponiendo que todo lo que guardas es tuyo,
tienes los derechos intelectuales sobre ello, ejem, ejem) el quién
tiene acceso a tus datos es algo mucho mas subjetivo.
Porque, a día de hoy, tu
máxima preocupación probablemente haya sido que algún “hacker”
(mas bien un cracker) se haya metido en tu ordenador y se haya hecho
con datos que comprometan algo tuyo. ¿O tienes que preocuparte por
alguien más?
¿Se te ha ocurrido pensar
en la cantidad de información que ponemos en Internet hoy en día?
Seguramente, como la mayoría de la gente, usas alguno de los correos
online más usados, véase: Gmail, Hotmail, Yahoo, etc...
Y puede que alguna vez,
hayas usado el correo para mandar cosas como escaneo de documentos
importantes (DNI, declaración de la renta, copias de documentos,
números de tarjetas bancarias, contraseñas en pequeños archivos
para así no olvidarlas y tenerlas siempre disponibles...) ¿No?
¿Nada? ¿Nunca? Piénsalo otra vez. Si aún así puedes decir que
no, bien por ti.